Música Africana

Todo lo que he oído en la primera parte son, basicamente, sonidos con objetos domésticos. Todo empieza con unos sonidos de la boca, que yo creo que los hace el jefe de la tribu, dice algo en francés, que traducido es "Todos los sonidos son música". Acto seguido, empiezan unos chicos a dar golpes con palos en el suelo con un ritmo muy marcado. Unas mujeres empiezan a cantar, una solista canta las estrofas y todas juntas el estribillo; se acompañan con instrumentos que yo imagino que son africanos. Las africanas dejan de cantar, los instrumentos siguen y se le añade un ritmo más, los golpes de un hacha contra un árbol. Todos paran y el árbol cae. Siguen los mismos instrumentos. El jefe vuelve a hablar. Todo cambia y comienzan a sonar golpes de metal contra metal, todo con ritmo. Más objetos de trabajo se añaden a la melodía. Todo para. El jefe habla. Y vuelven de nuevo. Se vuelve a repetir dos veces más. Un golpe seco de tambor y todo cambia. Se hace más ruido con metal pero esta vez más relajante. Un hombre empieza a cantar repitiendo la misma frase. Los coros también repite una frase distinta varias veces. Varias voces se mezclan; todas siguen un ritmo. Los instrumentos son tambores y metales. El jefe habla mientras todo se para. Después vuelven a decir unas frases. Despúes aumenta la intensidad y la velocidad de los instrumentos hasta que paran y se hace el silencio.


La segunda parte, me recuerda a la naturaleza porque se oyen pájaros y el agua correr. La música cambia radicalmente y comienza otra que me recuerda un poco al ritmo de los carnavales brasileños, a medida que aumenta su intensidad, da más vivacidad a la situación. Me recuerda a las tribus africanas. Le ponen mucha fuerza y ganas. El cuerpo "se te va". Tienen una total compenetración. De repente, se hace el silencio. Todo ha acabado y la vida normal, con sus ruidos de siempre, sigue.

El vídeo trata de mostrar la vida de la tribu a través de la música. Toodo lo cotidiano lo transforman en una música con el ritmo que recuerda a esos países.
Comparando este tipo de música africana con la clásica y la popular urbana, son semejantes en que todas las músicas llevan un ritmo y una melodía. También, para hacer música tiene que haber unos instrumentos, que los hay; la diferencia es que en la música de la tribu son útiles de la vida cotidiana y la música clásica y la popular tienen unos instrumentos determinados y se cierran a ellos, por lo general. La principal diferencia que veo yo es que, en la música africana todos son capaces de hacerlo y en la que solemos escuchar nosotros, los músicos tienen que estar muy formados y no todos vivimos la música como ellos.
Al talar el árbol, los golpes que se oyen son muy secos y repetitivos. Al estar hechos intencionadamente, sí es música, además se sigue un ritmo.
Para una niña que no haya tenido contacto con el exterior de África y la traemos aquí, en los aspectos musicales, se sorprendería en que los instrumentos son solo aquellos que solo tienen la función de hacer música, y que la creación de estos ha dado muchos quebraderos de cabeza cuando ellos crean un ritmo increíble con cualquier cosa. También se asombraría de lo comercializada que esta la música y de lo mucho que hay que pagar para crearla y disfrutarla. La existencia de tantos estilos y las discusiones que originan entre los distintos partidarios, sería algo que la niña no podría comprender porque allí, ellos disfrutan con la música que hacen y, aunque siempre sea muy parecida, lo viven y no se gastan nada de dinero.

Trabajando en la publicidad

Pablo Parser, mi tío, trabaja en una productora musical haciendo la música para los anuncios. Siempre ha estado muy unido a la música; toca la guitarra desde los 12 años y formó parte de un grupo, Circodelia, del que hablaré más adelante. Estudió Técnico Superior de Sonido, que es una formación profesional superior, y Música. Lleva trabajando cuatro años en el mundo de la publicidad. Empezó grabando desde un Home Studio que tenía en su casa, compatibilizándolo con las giras. Cuando dejaron el grupo, dos años después, Pablo empezó a trabajar en una productora de publicidad hasta hoy.

Lucía- ¿Qué procedimiento se sigue para hacer un anuncio, por lo general?
Pablo- Primero se ponen en contacto el anunciante y la empresa publicitaria. El anunciante le indica cómo quiere que sea su anuncio. La agencia contacta con la productora musical y le describe el anuncio con adjetivos, de tal manera que la música tiene que estar adaptada a lo que ya se han propuesto. Es entonces cuando yo busco canciones del estilo que puedan compatibilizar con el anuncio y la empresa me dice cuál es la más indicada y, a partir de su decisión, compongo yo algo parecido pero que no sea una copia.
Lucía- ¿Siempre trabajas para los mismos anunciantes?
Pablo- Sí, siempre son los mismos. Lo que pasa es que yo trabajo para varias productoras por lo que no estoy haciendo siempre los mismos anuncios.
Lucia- ¿Tú crees que actualmente es mejor para un músico principiante venderle su maqueta a una agencia de publicidad que a hacer un disco?
Pablo- Ninguna de las cosas son fáciles de conseguir. Cuando le vendes la música a una editorial, éstos se quedan con el 50% de los derechos, que se los pueden vender a una agencia publicitaria. Pero los publicistas no se arriesgan, suelen asegurarse y van a por lo que ya conocen.
Lucía- Me imagino que tu no pondrás la voz en la mayoría de los anuncios...
Pablo- No, yo tengo una carpeta con cientos de cantantes de todos los estilos de Madrid, y dependiendo del anuncio llamamos a uno u a otro. Lo que hago yo es tocar.
Lucía- Pero tú tienes tu estilo, ¿qué haces cuando tienes que hacer un anuncio de música flamenca, por ejemplo?
Pablo- Lo tengo que hacer yo, osea que, intento formarme todo lo que puedo. Suelo meterme la música del estilo que me toque en el iPod y trabajar mucho sobre ella. Pero siempre que puedo (y cuando no queda mal) mezclo esa música con mi estilo, quedando así cosas bastante curiosas.
Lucía- ¿Qué te gusta más, hacer música para la televisión o para la radio?
Me gusta más hacerla para la tele porque tiene más audencia pero es más fácil hacer la música para la radio. En la televisión suelen surgir problemas. A veces compones la música pero no concuerda con la imagen o se quiere hacer algún retoque y, de tanto cambiarla, puede acabar destrozada.